Publicat el 23/02/2017
Hoy os proponemos una salida enoturística de un día en Vilafranca del Penedès, la capital del Alt Penedès. Los sábados son un buen día para ir ya que os encontraréis el mercado semanal. Ocupa prácticamente todo el centro de la ciudad, todas las calles alrededor de la Plaça de la Vila y de la Rambla Sant Francesc.
Vilafranca tiene una gran riqueza de edificios históricos que se pueden ver siguiendo dos rutas correspondientes a dos épocas: ruta medieval y ruta modernista. Si vais la Oficina de Turismo os darán un mapa con las dos rutas y unas guías muy bien editadas con información de cada uno de los edificios.
Meses atrás ya hicimos la ruta modernista de Sant Sadurní d'Anoia. En Vilafranca la historia es la misma: a finales del siglo XIX, después de la pesadilla de la filoxera, todo el Penedès vive un periodo de gran crecimiento económico. Vilafranca comienza la transformación de pueblo a pequeña ciudad y los grandes propietarios quieren sus casas siguiendo la corriente artística que se estaba implantando en Europa, el Modernismo. Los arquitectos Santiago Güell y Eugeni Campllonch son los que construyen más edificios en la ciudad.
Siguiendo la ruta modernista, paseamos por el centro de Vilafranca, entre los puestos del mercado donde podréis encontrar todo frutas y verduras frescas, embutidos y también puestos de ropa y menaje del hogar. La ruta modernista incluye una veintena de edificios de los que os dejamos una muestra de los que más nos han gustado.
Situada justo enfrente de la Oficina de Turismo. Destaca un gran balcón de hierro forjado con unos grandes vitrales que corresponden a las ventanas de un salón interior
Una de las obras más importantes de Santiago Güell, construido para acoger las mujeres pobres de Vilafranca. Actualmente es una residencia para personas mayores.
Es un edición medieval que fue remodelado en 1912 por Santiago Güell. En la fachada destacan las balaustradas de los balcones y un gran reloj enmarcado por guirnaldas de frutas y flores.
También obra de Santiago Güell. Destaca por la gran ornamentación de la fachada, el gran balcón de hierro forjado y las tres ventanas con forma de ojo de buey ovalado.
Mientras hacemos la ruta modernista también nos encontraremos con edificios más antiguos, incluidos en la ruta medieval.
Fue la casa solariega del obispo Torras i Bages, con una galería de arcos rebajados en la parte superior.
Construida siguiendo las pautas de las iglesias catalanas de nave única. Ocupa un lugar destacado en la Plaza Sant Jaume y destaca la fachada, reconstruida en 1905 en un estilo neogótico por Santiago Güell.
Situado justo enfrente de la Basílica de Santa María, fue una de las residencias de los condes de Barcelona durante el siglo XII, donde vivían cuando pasaban por Vilafranca.
En este edificio es uno se encuentra actualmente el Vinseum, el Museo de las Culturas del Vino de Cataluña que es la última etapa de nuestra visita. Fue fundado en 1935 y durante toda su historia ha ido acumulando una colección de más de 18.000 objetos. En el año 2007 se inició un proyecto de rehabilitación del edificio y actualmente se puede ver una selección de objetos para recorrer la historia del vino en el Penedès. Herramientas, botas, grabados, dibujos y fotografías que ilustran la historia del vino de una forma muy amena. También podemos ver algunas piezas relacionadas con el cava, como esta antigua máquina de degüelle.
Para terminar esta ruta hemos unido lo viejo y lo nuevo os proponemos un maridaje con nuestro Extra Brut Gran Reserva que combina las variedades autóctonas y tradicionales del Penedès con el Chardonnay. Lo podeis probar comiendo en el Mirador de las Cavas a 10 minutos de Vilafranca, cogiendo la N-340 y desviándose antes de llegar al Ordal en dirección a Sant Sadurní, lo encontraréis al final del núcleo de los Casots a mano izquierda.
Más información:
Turismo Vilafranca
Vinseum
Ayuntamiento de Vilafranca
El Mirador de las Caves
Un magnífico balance entre el carácter suave y afrutado que...